La Nasa anunció el ganador de la competencia del "inodoro espacial", el artefacto destinado al próximo viaje a la Luna, programado para el 2024. El concurso ofrecía 20.000 dólares para quienes crearan un diseño de retrete que funcionara tanto en la microgravedad como en la superficie del satélite natural de la Tierra.

Para las misiones Apollo (la última fue en 1972), la Nasa no había diseñado un baño apropiado para las naves. En su lugar, los astronautas orinaban contenedores plegables, defecaban en bolsas y usaban pañales espaciales cuando se aventuraban en el territorio lunar.

Este sistema podía llegar a funcionar para los expedicionistas hombres pero, en vistas a la misión lunar de 2024, que incluirá por primera vez tripulantes mujeres, la agencia necesitaba incluir un artefacto adaptable a la anatomía femenina.

Entre los requisitos del concurso, el aparato también debía contar con una capacidad de funcionamiento tanto en la órbita como en la superficie del satélite natural, donde la gravedad tiene 1/6 de la fuerza que tiene en la tierra.

"Necesitamos un inodoro que funcione durante siete días en la superficie lunar y también durante el tiempo de transición hacia y desde la Luna" informó Mike Intrabartolo a Business Insider, parte del equipo de ingeniería del aterrizaje lunar de la Nasa.

Para lograr su objetivo, la agencia lanzó el concurso "inodoro lunar" en junio, en asociación con HeroX: una plataforma que organiza competencias. Invitaron a ingenieros, diseñadores y entusiastas del espacio de todo el mundo a enviar diseños de inodoros funcionales para la expedición.

Todos los proyectos debían pesar menos de 15 kilos en la gravedad de la Tierra y funcionar para astronautas hombres y mujeres de variadas alturas y contexturas físicas. "Otorgaremos puntos extra a los diseños que puedan capturar vómito sin la necesidad de que el tripulante ponga su cabeza dentro del inodoro", advertía el lineamiento del concurso.

El concurso recibió 2.000 aplicaciones de todo el mundo. El jueves, la Nasa anunció los ganadores. El primer lugar fue para un equipo que diseñó un inodoro llamado "THRONE", "trono" en inglés. El equipo, liderado por el ingeniero de Washington Boone Davidson, basó su proyecto en los consejos de la astronauta retirada Susan Helms, quien registra más de 5.000 horas en el espacio.

La ex expedicionista dijo al grupo que ella y otras colegas mujeres tuvieron dificultades para orinar y defecar al mismo tiempo mientras vivían en la Estación Espacial Internacional, ya que los equipos suelen estar diseñados para hombres. El equipo de Davidson tomó en cuenta este conflicto para realizar el último modelo de inodoro de la Nasa, rediseñando el dispositivo para adaptarlo a la anatomía femenina.

El resultado incluye una cubierta retráctil que se abre y un ventilador sin aspas dentro del recipiente, el cual extrae los desechos para evitar la "flotación". El equipo se inspiró en el techo móvil del Mercedes-Benz Stadium in Atlanta, Georgia.

El inodoro también incluye una "guarda genital", que usa una corriente de aire para dirigir los desechos líquidos dentro del contenedor. También cuenta con un asiento mullido con memoria, que se adapta conforme a la anatomía de diferentes usuarios, permitiendo un calce a medida que ayuda a reducir la posibilidad de desechos flotantes.

"Los jueces consideraron que la idea innovadora del equipo de THRONE de un ventilador sin aspas para dirigir los deshechos es una buena alternativa comparada con el típico sistema de bomba de succión/vacío", escribió la Nasa en un comunicado que acompañó al anuncio de los ganadores.

Los jueces también se impresionaron ante el sistema de almacenamiento de desechos del equipo, que almacena las bolsas de residuos con un comportamiento similar al del pañal, según publicó Crónica.