En medio de la sesión preparatoria en la que el Concejo renovó sus autoridades y votó una nueva emergencia del Transporte se aprobó un proyecto que podría considerarse menor, pero que es por demás de significativo para miles de vecinos de la ciudad. Barrio Echesortu recuperó su nombre.

Pese a que en el imaginario popular Echesortu siempre se llamó así, lo cierto es la zona del macrocentro rosarino que limita al norte por avenida Eva Perón hasta Avellaneda y Córdoba, al este por Vera Mujica, al sur por Pellegrini y al oeste por las vías del Ferrocarril que separan Paraná de Felipe Moré, llevaba desde hace más de 70 años el nombre de Remedios de Escalada de San Martín.

“Este nombre fue impuesto inexplicablemente tras una fiebre Sanmartiniana en 1950. Pero lo cierto es que ella jamás ha estado ni cerca de Rosario. Son cosas que pasan acá, alguien quiere agarrar y se. más papistas que el Papa”, contó a Rosario3 el arquitecto Roberto Trapé, uno de los impulsores de la iniciativa.

Según explicó el historiador aficionado, Echesortu empezó a ser conocido así por los vecinos por la empresa Echesortu - Casas, fundada por Ciro Echesortu y Casiano Casas. Se trata de una de las grandes firmas industriales y comerciales de finales del 1800 que se encargó de lotear y empezar a ranchear esa zona que por ese entonces era las afueras de la incipiente ciudad de Rosario.

“Esa empresa fue la propietaria de la mayoría de las tierras donde se formó el barrio. Ellos fueron los que lotearon y lo armaron. En un principio se la conocía como «Pueblo Echesortu» y luego la simplificación hizo que los vecinos empiecen a mencionarlo directamente como Echesortu”, sostuvo Trapé.

Pero la reticencia a que el apellido Echesortu tenga un barrio no fue nueva en 1950. Ya en 1910 las autoridades habían decretado que esa zona de la ciudad se llamara “Alberti”. Pero pasó lo mismo que ocurre en la actualidad: los vecinos seguían diciendo que vivían en Echesortu y en 1927 el colegio de Escribanos le restituyó su nombre.

Trapé y Guillermo Schlieper difundiendo la historia del barrio. 

Si bien esta iniciativa de los vecinos ingresó hace dos años en el Concejo, la pandemia y el orden de prioridades que manejan los ediles lo habían paralizado. Incluso unas semanas atrás, cuando estaba todo encaminado para que salga, hubo algunos concejales que pidieron “más tiempo” para poder analizarlo. 

Finalmente en la sesión de este jueves se llevó al recinto y se aprobó por unanimidad. “Es algo que el barrio viene pidiendo desde hace 72 años. Ahora el nombre ya está restituido, no sé si da para un festejo pero a nosotros nos da orgullo”, reconoció Trapé.

Con respecto a lo que motivó a los vecinos a insistir por la restitución del nombre, el arquitecto explicó que tiene que ver con la historia y la identidad del barrio. “Nosotros tenemos un grupo que se llama «Pueblo Echesortu» donde tratamos de difundir y conocer la historia. No se ama lo que uno no conoce. Echesortu es un barrio aspiracional, es quizás el más importante que la zona de influencia”.

Entre los hitos que Trapé destacó del barrio hay muchos ligados a lo deportivo. “El primer clásico rosarino puertas adentro se jugó en plaza Jewell en 1905. Los fundadores de Newell’s y Central jugaban al Cricket ahí. La leyenda de «leprosos» y «canallas» surge de una colecta del Carrasco. El primer partido de tenis se jugó en el barrio, 15 años antes de que se funde el Lawn Tenis de Buenos Aires”, enumeró.

“Era hora de que el barrio recupere su identidad, su denominación natural, el que surgió espontáneamente en 1880 como «Pueblo Echesortu», y que tras su reconocimiento oficial como barrio fue, y seguirá siendo, Echesortu”, festejaron los vecinos que impulsaron la iniciativa.