Los activistas de la red Más río Menos basura se reunieron con integrantes de la comisión de Ecología y Ambiente, donde expusieron su preocupación por la proliferación de residuos plásticos en los cursos de agua, especialmente en la costa del río Paraná.

Esta red de organizaciones impulsan diferentes acciones para reducir la contaminación del río, sobre todo en lo que respecta a plásticos, y en una audiencia esta semana, reclamaron por el cumplimiento de las normativas vigentes.

El referente del Taller Ecologista, Mirko Moskat, explicó cómo vienen trabajando desde la red que incluye a varias organizaciones no gubernamentales en la reducción de residuos en la costa del río.

“Si bien hay ordenanzas aprobadas y en vigencia en lo que respecta al uso de residuos plásticos –de un solo uso, descartables y otras como la que plantea estimular las compras a granel– y la necesidad de reducirlos, nos gustaría retomar algunas discusiones sobre nuevas normativas”, señaló el ambientalista.

En ese marco, cuestionó que “hay ordenanzas que no se están cumpliendo” y destacó "la falta de control así como la inexistencia de campañas y acompañamiento a los comerciantes y usuarios para que conozcan y se adhieran a las políticas públicas vinculadas a la reducción de residuos".

De acuerdo a sus registros tomados de una jornada de recolección y análisis de residuos que realizaron a fines del año pasado, las organizaciones ambientalistas detectaron la presencia de 1.100 sorbetes y 11.000 colillas en la costa ribereña, además de gran cantidad de elementos plásticos arrojados.

Según el informe del Taller Ecologista, en esa jornada en la que trabajaron cien voluntarios, se recolectaron, clasificaron y analizaron residuos equivalentes a siete contenedores. La intervención abarcó áreas del Camping Municipal, Costa Alta y Rambla Catalunya.

Moskat destacó la relación de los plásticos con la salud pública, ya que “se han realizado estudios e investigaciones que arrojaron presencia de microplásticos en distintas matrices ambientales, pero también en estudios médicos sobre personas, incluida la acumulación en placas arteriales, con lo que implica el riesgo de accidentes cerebrovasculares”.

Con respecto al reciclaje, consideraron que “el plástico es el tipo de residuos que menos se recicla. Y si bien puede ser un complemento que suma a la solución, por sí mismo no alcanza”.

El concejal Julián Ferrero consideró que existen ordenanzas que se encuentran en vigencia, por lo que es necesario su cumplimiento. En tanto que el edil y ex secretario de Salud, Leonardo Caruana consideró, con respecto a la salud pública, que los residuos plásticos generan otros problemas como la acumulación de agua y se convierten en reservorios de larvas del mosquito que transmite el dengue.

Sobre el tema, los ambientalistas señalaron que además de tratarse de un problema de salud, significa un problema social. “Los sectores más vulnerables son los que más sufren por la cercanía a basurales y al mismo tiempo, son los que tienen menos acceso a la salud”, consideró Ronco.