En el marco del Día Mundial Basura Cero, que se recuerda este 30 de marzo, organizaciones ambientales de Rosario recordaron que se cumplieron 15 años de la ordenanza que le puso metas a la reducción de residuos y mejorar la recuperación con reciclaje pero todos los objetivos se incumplieron.

“La ciudad entierra cerca de 300.000 toneladas de residuos por año en el basural de Ricardone, un 25% más que cuando se aprobó la ordenanza Basura Cero”, denunciaron el Taller Ecologista y el Taller de Comunicación Ambiental.

La ordenanza planteaba reducir para 2017 en un 50% la cantidad de toneladas respecto al valor registrado en 2006, y para 2020 prohibía enterrar residuos que sean recuperables (compostables o reciclables). 

Eso, en cifras, implica que en 2006, año tomado como base, se enterraron 250.945 toneladas en Ricardone. En 2020 debía estar por debajo de las 100 mil toneladas pero había aumentado a 286.035 toneladas y ese proceso continuó.

En 2021, el total subió a 291.687 y en 2022 a 286.631. Según afirmó a Rosario3 Mirko Moskat, coordinador del Taller Ecologista, a grandes rasgos la cantidad de basura bajo tierra debería haber bajado un 75% (a un cuarto del total de 2008) pero en cambio subió un 25% en estos 15 años.

En rojo las metas de la ordenanza y en azul la realidad en sentido opuesto (Archivo Rosario3).

En ese marco, la Municipalidad propuso nuevas metas y estirar el cumplimiento hacia el año 2040. Las organizaciones verdes, junto a cartoneros y recicladores, se opusieron y solicitaron reforzar las políticas de reciclaje.

“Es preciso revitalizar la ordenanza de Basura Cero en Rosario”, reclamaron en un comunicado en el marco del día mundial declarado como tal en diciembre último por Naciones Unidas.

“Para que la ciudad esté alineada con los desafíos ambientales de este siglo, como la lucha contra el cambio climático, necesitamos una transformación estructural de cómo se gestionan los residuos de la ciudad, que se articule a su vez con estrategias de prevención y con la planificación de la ciudad”, señalaron. 

Para las organizaciones nucleadas en la red global Gaia, "Basura Cero es la conservación de la naturaleza mediante la producción, el consumo, la reutilización y la recuperación responsables de productos, envases y materiales sin quemarlos y sin descargarlos al suelo, al agua o al aire, para que no amenacen el ambiente ni la salud humana". 

Un nuevo sistema de gestión de residuos

 

Ante el incumplimiento de la ordenanza Basura Cero (que arrastra varias gestiones municipales), desde las organizaciones y distintos espacios políticos se presentaron diversas propuestas. El año que viene vencen los contratos de recolección y de disposición final. 

A su vez se encuentran, pendientes de tratamiento, proyectos como el de crear un Servicio Público de Recuperación de Residuos Reciclables. “La solución a lo incumplido no puede ser seguir haciendo más de lo mismo, sino abrir una discusión profunda sobre el sistema de gestión de residuos, reconociendo sus limitaciones, y con miras a establecer una gestión verdaderamente sustentable”, expresaron las organizaciones. 

“La respuesta –siguieron– no debiera ser fijar objetivos a tan largo plazo, sin que nada cambie en el medio, tal como hizo el Ejecutivo Municipal en su propuesta de modificación de la ordenanza de Basura Cero, estirando las metas para el año 2040. La gravedad de la crisis ambiental y climática nos exige un compromiso mucho mayor y más inmediato”, remarcaron desde las organizaciones.