El hospital Provincial de Rosario comenzó a aplicar el protocolo SUD (situación de últimos días), en pacientes terminales con coronavirus. Se trata de habilitar a familiares para que, con todas las precauciones sanitarias posibles, puedan ingresar a despedirse de sus seres queridos que están internados en el área Covid y que su cuadro es irreversible.

El sistema fue organizado por el equipo interdisciplinario de psicología, trabajo social y psiquiatría del efector en base a las recomendaciones sobre el tema que bajaron desde el Ministerio de Salud de la Nación.

“Desde marzo empezamos a estudiar diferentes protocolos y experiencias que se venían haciendo en otros lugares del mundo, dependiendo de la situación que íbamos atravesando en torno a evolución de la pandemia”, explicó la psicóloga Cintia Gambuti.

Según detalló la especialista, con el incremento de casos y el aumento de muertes, comenzaron a analizar los recursos con los que contaban para garantizar el acompañamiento a los pacientes terminales. Así se llegó a esta forma de “humanizar la situación crítica que vivimos, devolviendo fuerza a los lazos para que puedan ceder ante la elaboración del duelo”.

A partir de este protocolo, cuando el equipo médico detecta un paciente en situación crítica, pone en funcionamiento el mecanismo que consiste en comunicarse con los familiares y ofrecerles la posibilidad de realizar una visita. “Les explicamos las condiciones, los riesgos y vemos si están preparados”, indicó.

“Se los cita en un día y horario urgente, se los recibe con asistencia de enfermería colocando los elementos de protección personal, se firma un consentimiento informado por ingresar a zona de circulación de virus y así pueden despedir a su familiar”, añadió Gambuti.

Desde su puesta en funcionamiento, hace dos semanas, se realizaron en promedio un acompañamiento por día tanto de familiares que ingresan a despedir a pacientes terminales como también algunos casos excepcionales.

Por ejemplo, se habilitó una visita para informarle a uno de los pacientes internados, el fallecimiento de su padre y también se permitió un acompañamiento para una persona que mostraba un caso severo de melancolía, producto de la soledad.

Con respecto a esto último, desde el equipo interdisciplinario comenzaron a trabajar en la posibilidad de que los pacientes puedan realizar videollamadas con sus familiares.