La esposa de Dani Alves, Joana Sanz, le pidió el divorcio a través de su grupo de abogados, después de haberlo defendido cuando iniciaban las investigaciones. Mientras, el futbolista brasileño continúa detenido por la presunta agresión sexual a una mujer en la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 30 de diciembre.

“Ya podemos confirmar que Joana Sanz ha pedido el divorcio a Dani Alves. Se lo han comunicado sus abogados porque ella la semana pasada pidió un ‘vis a vis’ (verlo personalmente) y él dijo que no quería”, detalló la periodista Leticia Requejo.

Joana vive desde el inicio del escándalo sexual un acoso mediático, que solo logró que la joven decidiera pronunciarse en las redes sociales: “Yo sé quién es mi marido, yo sé cómo lo conocí y yo sé lo respetuoso que es, porque ni cuando me estaba conociendo me faltó al respeto. He visto muchas veces cómo mujeres se acercan al reservado, atrevidas, a intentar algo con mi marido en mi cara. Si lo hacen en mi presencia no me quiero imaginar cuando yo no estoy”.

Pero cuando salieron las pruebas que implican al futbolista brasileño, la modelo de 30 años se mostró arrepentida de haberlo defendido e incluso decidió borrar todas las fotos que tenía en su cuenta de Instagram junto al jugador brasileño tras los terribles mensajes que recibió.