Este lunes se cumplen 20 años de la inauguración del puente Rosario-Victoria que reconfiguró para siempre la dinámica social y económica de la región. Fue un proyecto tildado de “quijotesco” que supuso cinco años de trabajo intenso y una decisión política de distintos colores partidarios. Un segundo informe de Telenoche Rosario (El Tres) completa la historia de una obra estratégica y postal icónica de la ciudad.

El puente, que conecta Santa Fe y Entre Ríos a través de Rosario y Victoria permitió integrar a nivel comercial y turístico los territorios de ambas provincias. Previo a su construcción, el transporte de cargas por vía fluvial demoraba alrededor de cinco horas. Su inauguración, hace exactamente dos décadas, reunió en la traza al entonces gobernador santafesino Carlos Reutemann, al entrerriano Sergio Montiel y al jefe de Gabinete de la Nación, Alfredo Atanasof. También estuvieron presentes el intendente de Rosario Hermes Binner y el de Victoria, Jorge Valverde.

Pero incluyó a muchos dirigentes y referentes sociales y empresariales que pujaron por una mayor conectividad de la región. En el año 1995, el entonces presidente Carlos Menem firmó el decreto para que se iniciaran las licitaciones de la obra, que se inició en 1998.

En el informe especial que preparó un equipo periodístico de El Tres, uno de los trabajadores recordó las extensas jornadas de trabajo y, aún a pesar de las críticas por las condiciones laborales, aseguró que volvería a ofrecer sus manos para la tarea. El puente tiene 600 metros de longitud, dos viaductos de acceso y 59 kilómetros de extensión.

La obra, apuntó Ángel Baltuzzi, quien ocupaba el cargo de ministro de Gobierno en la gestión de Reutemann; había sido calificada en su momento de “quijotesca” y “faraónica” –buscaba unir los océanos Atlántico y Pacífico– y tuvo que enfrentar oposición y contratiempos.

Las obras comenzaron el 24 de septiembre de 1998 y tuvieron un costo total de 377,7 millones de dólares, de los cuales 133,1 millones invirtió el grupo de empresas concesionarias y el resto fueron subsidios estatales.

Las tragedias del puente

 

Desde que se inauguró el puente, hay un promedio de 4 víctimas fatales por año. Aquel 2003, Mariana Barreiro casi muere en un accidente el mismo día de la inauguración. Desde entonces, está cuadripléjica, postrada entre una cama y una silla.

El proyecto original, sin embargo, contemplaba una doble traza que se modificó, justamente para mayor seguridad, a un carril de ida y otro de vuelta.