La radio no es un medio que se construye solo con información. Su propósito también es acompañar y darle vuelo a ese ida y vuelta de opiniones, sentimientos, frustraciones, creencias. Muchas veces también es necesario urgar, detalladamente, en las noticias y los hechos periodísticos. "Hablar fácil de temas que tengan impacto real", dice Pablo Motto sobre El Contestador.

El programa llegó al aire de Radio 2 en 2021 y desde entonces, de 16 a 18, le ofrece a quienes lo escuchan una combinación de información, música y una cuota infaltable de humor que lo caracterizan, todo ello comandado por su conductor, Pablo Motto. Sus más de 30 años de trabajo en los medios actualmente confluyen en un programa que al aire no será "nunca light" ni "acomodaticio", asegura. 

El conductor sostiene que la radio es "el más humano de los medios". (Alan Monzón/Rosario3)

"Ésta es mi casa", sostiene al referirse a la emisora líder del interior del país, en la que trabaja desde temprano para llegar a la tarde con una producción que le permita "estar a la altura del resto de la programación". Junto a todo su equipo, las "partes vitales que hacen que el programa sea lo que es", se centran en aportar "algo útil" a sus oyentes, fundamentales para la concepción de la propuesta.

-¿Cómo describirías a El Contestador?

-La idea del programa es acompañar informando, pero también sacarle a la gente una sonrisa en medio de tantas cosas difíciles que nos toca atravesar como sociedad, poniendo en el centro la voz de los oyentes y no tomándonos muy en serio a nosotros mismos. Por eso el lema del programa es "periodismo en serio para reírse un rato".

-¿Cuál es tu trayectoria radial?

-Entré a Radio 2 como pasante a fines de los 90. Éramos como 100, nos tomaron mil pruebas y quedé. Lo primero que hice fue llevarle café a los que estaban al aire y cargar con hojas las impresoras. De ahí fui entendiendo y aprendiendo, pasito a pasito, hasta ser productor y luego productor y coordinador de grandes programas. También fui el productor y coordinador de Telenoche, en Canal 3, durante muchos años.

Pablo Motto cuenta que aprendió a trabajar con rigor y picardía. (Alan Monzón/Rosario3)

¿Qué referentes podrías destacar como aquellos que te formaron?

Igancio Suriani, Pablo Feldman, Claudio Corvalán, Luis Novaresio, Alberto Manera, Carlos Callegari Marelli y Araceli Colombo. De ellos aprendí a trabajar con rigor, a tener picardía, a tratar de pensar más allá de lo evidente, a no dejarme llevar por el rebaño, a no bajar los brazos y seguir intentando cuando las cosas no salen; y a respetar y escuchar al oyente. De otros también aprendí, pero lo que no quiero hacer ni ser. Son tantas pero tantas las experiencias que podría estar horas contando, riéndome y emocionándome. ¡Algún día voy a empezar a confesarlas al aire y que sea lo que sea!

-¿De qué manera trabajas para producir el programa? ¿Qué es lo que te interesa poner al aire y por qué?


-Vengo temprano y voy viendo lo que salió al aire en la radio y en los medios más importantes de la región. Hago listas con temas, interlocutores y audios y después filtro y empiezo a buscar y a contactar uno por uno. Antes que El Contestador en Radio 2 hay cuatro programas con mucha producción, lo que me obliga a realizar un esfuerzo muy grande para estar a la altura.

Busco lo que le aporte algo útil al que está escuchando. A veces es una nota, a veces un audio gracioso, otras una declaración indignante. Puede ser un comentario de tres renglones que destape algo que pasa y no se veía. Al aire nunca light, nunca acomodaticio. Pero siempre con humildad, sin creerme nada. No me gustan las poses para la tribuna ni esa tendencia de hacer periodismo solo para los muy informados, como mirando desde arriba a la gente que se queda afuera. Imagino -literalmente, con el frente, la puerta, la cocina, el patio- casas donde llega la señal de la radio y me pregunto con qué podemos sumar ahí.

-¿Qué pensás que hace especial o diferente al programa?


-Hablar "difícil" es fácil. Hablar "fácil" es difícil. Intento hablar fácil de temas que tengan impacto real en la vida cotidiana. Y hacer reír, a veces al límite. Pero creo que el programa se elige por cosas que tal vez el que escucha al pasar no dimensiona, pero yo sí y las voy a enumerar, porque son vitales:

Omar Garay, el operador que por la dinámica del programa trabaja a mil por hora, sin posibilidad de distracción ni descanso y siempre atento para que no me equivoque. Su puesta al aire es el todo que une las partes.

Axel Battyán Padró, Oriana Bustamante y Victoria Dellara. Si bien yo produzco la mayoría de las notas diarias, es central el trabajo que hacen coordinando las entrevistas para que salgan en el horario exacto, procesando y filtrando el material al milímetro, sin errores y atentos a todo, siempre aportando y tirando para adelante.También editan los llamados con mucha rapidez, criterio y respeto y buscan interlocutores de calidad para hacer entrevistas que escapen a la coyuntura

El Contestador se emite de 16 a 18, de lunes a viernes. (Alan Monzón/Rosario3)

Pablo Gavira y Ale Simonetto hacen valer su trayectoria y salen de los roles habituales de columnistas. No solo por los temas que elaboran, ya que no "copian y pegan", sino sobre todo por la onda y complicidad que despliegan al aire, con un timming aceitado, tirando centros para que todos nos luzcamos.

Betina Lepori y Ale Muraca derraman calidez y profesionalismo, pero acá también se arriesgan a salir de un rol conocido para hacer reír, preguntar a fondo o embromar con doble sentido.

Ever Arnoldo en el móvil muestra lo que pasa, que en general son noticias duras. Pero también se desestructura y busca poner al aire reportes distintos, que no sean los que se pueden escuchar en cualquier radio.

Las partes y el todo hacen que el programa sea lo que es y acá funciona, pero con un agregado central: en este equipo son todos buena gente, sin mala leche ni envidias ni cosas raras, y eso se nota en la química que hay al aire.

-¿Qué representa para vos la radio como medio de comunicación hoy?

-La radio te da todo, no pide nada y siempre está. Es por lejos el más humano de los medios, la mezcla justa de tecnología y corazón, donde aún en medio de la información más cruda la gente nota verdaderamente lo que somos. Y eso en buena medida hace que nos rechacen o nos elijan. Por eso es enorme la emoción que me da cuando la gente llama y dice que me quiere y que me considera un amigo. ¡Y que haya pasado en tan poco tiempo! Ojalá mi viejo lo hubiera podido escuchar.


-¿Qué te genera trabajar en una emisora como Radio 2?


-Responsabilidad por el legado de los grandes de los que aprendí y por la confianza que me tuvieron el dueño de Televisión Litoral Gustavo Scaglione y el gerente general Adrian Gallo, que apostaron por una idea de programa que otros me rebotaron durante años y años. Y una tremenda alegría en el día a día porque hago lo que me gusta y en mi casa, rodeado de afectos que me cruzo por los pasillos. Porque ésta es mi casa pero mi casa en serio, conozco cada rincón de todas estas hectáreas. Acá entré de pibe, me hice muchísimos amigos, aprendí una profesión y formé una familia (con mi novia imaginaria).