El programa “Aprendo Leyendo”, basado en estos parámetros, se aplicó a un grupo de 150 estudiantes de seis aulas de primer grado y se lo comparó con otros 178 alumnos que siguieron el método tradicional de aprendizaje de lectura, informó el Observatorio Argentinos por la Educación.

Florencia Salvarezza, especialista en Lingüistica de Haskins, la Universidad Favaloro e Intelexia y autora del programa, dijo que “el 51,5% de los alumnos que siguieron el nuevo sistema tuvieron mejores resultados en comprensión lectora frente al 26,5% de los alumnos que siguieron el sistema tradicional”.

El programa se basa “en la enseñanza de la lectura en forma explícita y sistemática y cuyo punto de partida es la relación entre letras y sonidos”, dijo Salvarezza.

Indicó que lo que aprenden los alumnos de primer grado desde el primer día “son las letras y sus sonidos en forma explícita en forma muy sistemática, empezando a practicar la escritura y la lectura en voz alta desde el inicio”.

Este sistema se contrapone, según Salvarezza, “al sistema tradicional que se aplica en la Argentina desde la década del 80 basado en un método constructivista, en el que no se enseñan las letras y los sonidos en forma desorganizada y desestructurada”.

La especialista refirió que este método está basado en el sistema PAF que se aplica en los Estados Unidos, pero que fue adaptado a la realidad de la enseñanza y a los alumnos argentinos.

“El estudio se realizó durante todo el año 2019 y se aplicó el programa a los alumnos de uno y otro grupo tres veces al año. Primero en la etapa de aprender a leer y a escribir y en la última toma evaluando su comprensión lectora”, dijo Salvarezza.

Destacó además que pese a que una de las dificultades fue que los alumnos no asistían a clases, “se logró comprobar que aún con menos días de aprendizaje, los alumnos que seguían el nuevo sistema también tuvieron mejores resultados de lectura”.

En este aspecto detalló que el 44,8% de los alumnos que asistieron hasta 111 días a clases del grupo “Aprendo Leyendo” contestó bien las preguntas que se les formularon frente al 23,2% del grupo que siguió con el método tradicional.

“Esto demuestra que aún con menos días de clases los alumnos que aprendieron lectura en forma explícita y ordenada tuvieron un mejor rendimiento que los estudiantes que siguieron el sistema tradicional”, destacó la especialista.

El informe advirtió que, al comienzo de primer grado, la mayoría de los alumnos “no conocían las letras y muchos presentaban dificultades en las tareas de conciencia fonológica”.

El estudio aporta evidencia sobre la importancia de la enseñanza explícita para el aprendizaje de la lectura y la escritura –dijo Beatriz Diuk, investigadora del Conicet y directora de la propuesta DALE! (Derecho a Aprender a Leer y Escribir).

Por su parte, Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO, señaló que “desde hace muchos años se discute en la Argentina sobre la efectividad de los métodos para alfabetizar a la población. Las metodologías adoptadas suelen esgrimir argumentos teóricos para legitimarse, pero difícilmente acompañan la teoría con evidencia científica como la de esta investigación experimental”.