"Tenemos el desafío de volver a poner el funcionamiento el recinto de operaciones de la Bolsa"

El presidente del Centro de Corredores de Rosario, Daniel Boglione, analiza cómo se está reconfigurando el mercado de granos tras las las caídas de Vicentín y BLD, la incorporación de nuevas tecnologías y la pandemia. Piden compromiso a la Bolsa y buscan alianza con acopiadores contra la compra directa

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"Nuestro gran desafío es volver a poner en funcionamiento el recinto de operaciones de la Bolsa de Rosario, lo que nosotros llamamos el piso", enfatiza el presidente del Centro de Corredores de Cereales de Rosario, Daniel Boglione

El nuevo titular de la entidad cerealista recibió a este medio en la sede del Centro para mantener una larga charla sobre cómo se reacomoda el mercado de granos luego de dos años en que la sucesión de millonarios defaults de operadores convulsionó el negocio. 

Sentados junto a él participan de la charla los ex presidentes del Centro Miguel Simioni y Carlos Dallaglio; y el gerente institucional, Andrés Williams; una presencia conjunta que deja bien claro la existencia de un proyecto institucional que se mantiene a lo largo del tiempo.

De perfil público bajo, Boglione es un respetado corredor de granos de mucha trayectoria en el mercado y amplio recorrido en las instituciones cerealistas. Es el gerente general de la corredora Boero & Cía, empresa en la que participa desde los 70. 

"Las bases de mi gestión siguen siendo las mismas que se inauguraron hace unos 10 años con la presidencia de Dallaglio y se consolidaron en la presidencia de Simioni. Me refiero a la férrea defensa de los intereses gremiales de todos los asociados (independientemente del tamaño de las empresas), al trabajo en pos del crecimiento del mercado, a la asesoría a los corredores en materia jurídica, contable y normativa y, lo que es la columna vertebral que permite realizar todas las tareas antes mencionadas: fortalecer diariamente la institucionalidad del Centro, sobre todo su independencia y la formación de nuevas camadas corredores con este compromiso", inicia la charla Boglione.

"Lo que van cambiando son los tiempos en los que trabaja cada presidente y a esta gestión le toca lidiar con la recomposición del mercado físico luego de los defaults, porque quedó dañado uno de sus principales valores que era la confianza, y, en ese marco, logar la reapertura del piso que está cerrado desde la pandemia",  completa.

- El recinto hoy está vacío por las restricciones sanitarias. Pero el coronavirus también cambió las rutinas y hoy de la mano de las tecnología la operatoria del mercado físico se puede hacer vía celular, computadora y Whatsapp si la necesidad de asistir a la Bolsa. ¿Por qué es tan importante para ustedes reactivarlo?

- La pandemia agudizó y apuró el vaciamiento del piso, proceso que ya estaba en marcha. Nuestra postura es adaptar la tecnología a un formato de trabajo y no al revés. No añoramos un recinto como el de hace 30 años, pero sí queremos mantener la esencia y el espíritu de una rueda de operaciones presencial que es el encuentro diario de los actores del mercado.

- ¿Pero por qué para el Centro es importante recuperar la operatoria en Bolsa si son los corredores los que también pueden hacer los negocios desde las oficinas? 

- Sin piso no hay transparencia en la formación de precios. Es cierto que hoy llegan precios al teléfono celular y hay mucha información disponible para cualquier productor y acopiador, pero nadie puede saber lo que está ocurriendo en el mercado. Y la única forma de saberlo es el recinto viendo gestos, comportamiento, charlas, movimientos, etc. Sin piso lo que hay es lo que yo llamo un "mercado escondido" adonde es fácil vender mal y se pierden oportunidades de negocios diariamente. Cuando uno busca cerrar operación, el comprador justo no te atiende y después los valores son otros. El campo necesita el mercado físico para tener un comercio libre equilibrado.

- ¿Y cómo se puede recuperar el piso?

- Necesitamos el apoyo de los exportadores para que vuelva a funcionar. Necesitamos que los exportadores envíen operadores al piso a hacer negocios. Así como nosotros tenemos que lograr que los corredores vuelvan, ya estamos hablando con exportadores para que envíen compradores. Si aparecen los compradores, vuelven los negocios. Y los negocios irán volviendo si el piso demuestra lo importante que es para el comercio. Por eso digo que la única manera de lograr cosas es juntándonos. Por eso también necesitamos el apoyo del Matba-Rofex y la Bolsa de Rosario.

- Justo en ese marco, el Centro le pidió a la Bolsa que desarrolle una plataforma tecnológica que potencie el comercio en el mercado físico. ¿Qué novedades tienen? 

- La Bolsa sigue trabajando en el desarrollo.

- ¿Habla de pedir el compromiso con los exportadores, pero ellos están incrementando la compra directa al productor sin pasar por el mercado?

- Obvio que hay intereses sectoriales en permanente tensión y discusión entre los eslabones de la cadena. Pero entiendo que con buena predisposición se pueden lograr entendimientos. Por ejemplo, en un ámbito impulsado y convocado por la Bolsa, se podrían poner sobre la mesa muchos temas por resolver, como el no pago de la calidades que hacen los exportadores o los pagos de liquidaciones finales en operaciones a fijar cuando la mercadería ya fue entregada y analizada su calidad. 

- ¿Y también que la Bolsa convoque hablar de la compra directa?

- También. La compra directa aumentó tras la crisis de confianza que produjo la caída de Vicentín. Pero ya venia subiendo tras la caída de los corre-acopios que le competían fuerte pagando muy buenos precios por sus arbitrajes con mercados financieros. Nosotros creemos que debemos aliarnos con los acopiadores parar crear conciencia de los riesgos que supone dejar vaciar el mercado. Necesitamos entre ambos sectores defendernos y armar una alianza verdadera. Pero, y esto quiero aclararlo, nunca vamos a impulsar medidas que vayan en contra del libre mercado. Nosotros creemos en el libre mercado, lo que no queremos es competencia desleal. Los exportadores tienen ventajas impositivas, como promociones industriales y alícuotas especiales, que los vuelcan a la compra directa de granos. Y también a la venta de insumos pudiendo ofrecer mejores condiciones que los acopiadores. Corredores y acopiadores debemos aprender de los exportadores que hacen un muy buen lobby conjunto, más allá de las diferencias o distintos intereses de cada empresa. 

- Bueno, tocó recién temas importantes de cómo se van configurando el mercado post crisis de operadores del 2019. Le pregunto por el caso de la caída de corredores como BLD y Guardati Torti, que apalancaron su crecimiento integrando el mercado de granos con el financiero logrando así una renta que extra que permitía ofrecer mejores precios al productor. ¿El derrape de ellos le pone fin a estos arbitrajes o sólo a una forma de encarar ese entrecruzamiento entre el mercado físico de granos y los mercados financieros?

- No creo que se termine esa combinación. Creo que esta crisis mostró los riesgos que esa estrategia tiene. Se había instalado en el ambiente la idea de que se podían formar esos precios mejores vía introducción de arbitrajes financieros y sin riesgos. Y el productor estaba contento porque vendía a un precio mayor sin realmente entender cómo se obtenía ese precio. Hoy está claro que son operaciones que tienen más riesgo y por eso generan ese mayor precio. Y el vendedor sabrá cuánto arriesgarse. Es más, la crisis sirvió para valorar a acopios y corredores tradicionales. Hay lugar y futuro para todas las estrategias de corretaje que hagan bien las cosas, tanto los tradicionales como las más financieros.

- ¿Para usted cambiará la estrategia pero seguirá vigente la combinación?

- Lo ocurrido no quiere decir que haya que abortar esta integración sino que sirvió para entender los riesgos que eso tiene. Entender, como ya entiende, que hay avícolas y granjas de cerdo que pagan más por el cereal pero con un riesgo mayor que venderle a un exportador. Entender que son mercados de riesgo. Hay corredores que saben el margen que tienen para operar en futuros y al no salirse de él trabajan con riesgo acotado obteniendo mejores precios para un tonelaje que pueden manejar. Pero el problema está en los que por la competencia o para no perder negocios se apalancan financieramente para tener más margen financiero para operar en futuros en la busca de mejores precios para más cantidad de toneladas. Y ahí empiezan a correr un gran riesgo, ya que si el mercado se da vuelta no tienen garantías para hacerle frente a los descalces. Y esas son cosas que "nunca pasan, hasta que se pasan". Hay que entender que los mercados a término no son para todos. Sólo pueden operar los que tienen respaldo para afrontar una suba o baja de 20 dólares de la soja en un día, como ocurrió no hace mucho. La figura del Agente de Negociación (AN) Ruca, que se la debemos al Centro de Corredores, fue para que los corredores no queden afuera del mercado a término pudiendo así obtener mejores precios que los que encontraría en el mercado disponible para una parte del volumen que maneja, pero el riesgo es mayor cuando que también se ponen a operar derivados financieros. 

- Finalmente, ¿como se reacomoda el mercado post Vicentín?

- Despojándonos de lo emocional y de la bronca que genera el default a cada acreedor afectado, el problema principal de la caída de Vicentín es que hay un comprador menos en el mercado. Y justo es el comprador que más abría el juego a todos los acopios, corredores y cooperativas. La caída de Vicentín tuvo efectos inmediatos para el mercado porque los bancos redujeron el crédito al sector y los exportadores también achicaron las cartas de garantía. Es más, los bancos todavía tienen cerrado el financiamiento ya que a corretajes dan con créditos por $7M cuando un camión de soja vale $30M. Pero además tuvo otros efecto como impulsar la compra directa ya que muchos productores se asustaron y prefirieron entregar directo a los exportadores multinacionales. Y, como dije antes, hay un comprador menos. Y además ningún exportador ocupó el lugar de Vicentín de tener una estrategia de abastecimiento amplia con un traje a medida para cada vendedor. Es por eso que hay, y esto se debe admitir, productores, corredores, cooperativas y acopios que "extrañan" a Vicentín. No en vano, cuando apareció Díaz y Forti, una exportadora abriendo el juego rápidamente copó el mercado y generó el rechazo del resto de los traderes. 

- ¿Para el mercado, entonces, es mejor que haya una nueva Vicentín, con otros dueños, pero operando como un comprador más y no que vaya a desguace?

- Totalmente. Convendría que haya una nueva Vicentín, con nuevos dueños y que luego de hacer un real y no actuado esfuerzo por saldar sus deudas, vuelva al ruedo porque se necesitan sumar oferentes y evitar la concentración. No es bueno para el mercado que las plantas de Vicentín se operen a fazón, no aporta mucho. Lo que se necesita es que haya un nuevo operador.

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