La selección argentina celebró este jueves en el Monumental la obtención de su tercer título del mundo con un amistoso ante Panamá. Al margen de la victoria por 2 a 0 con goles de Almada y Messi, lo que unió a todos los presentes fue la emoción. Así le ocurrió a uno de los guardias de seguridad del estadio, que no pudo contener sus lágrimas ni siquiera de espaldas al partido

Las lágrimas recorrieron las mejillas de todos los presentes. Hasta los más duros se vieron contagiados de esa locura. 

La fiesta de Messi y compañía fue la celebración de todo un país. Este próximo martes habrá un nuevo festejo. Será en Santiago del Estero y ante Curazao. El partido, otra vez, será una excusa.