Rosario Central fue goleado este viernes por Sarmiento en el arranque de la sexta fecha de la Liga Profesional de Fútbol. El equipo de Miguel Russo cayó 4 a 1 en el estadio Eva Perón y sigue de mala racha fuera de casa. Infantino abrió la cuenta, pero luego de la expulsión de Ortíz le complicó la vida. Broun le atajó un penal a Toledo, pero el delantero cumplió la ley del ex. Lisandro López hizo dos y Melano el restante.

El partido fue electrizante. De ida y vuelta. Central sufrió en el arranque, pero pegó primero. Infantino puso el primero con un zurdazo a la salida de un lateral en el que la defensa de Sarmiento durmió. 

El local tuvo varias chances: Toledo preocupó siempre, Monaco era una pesadilla  e hizo amonestar rápido a Quintana. También se ganó la amonestación Ortíz. Quiroga metió una chilena en el palo de Broun y Central se fue al descanso en ventaja. 

Sin embargo, en el complemento, lo primero que ocurrió fue la doble amarilla de Ortíz. Damonte acomodó las piezas. Modificó el medio y la defensa y logró un dominio mayor. El Verde pudo empatar por un penal de Toledo, pero Broun se hizo gigante y lo atajó. Inmediatamente tapó dos más brillantes. Parecía la noche de "Fatu", pero no. 

Poco después el arquero Canalla se equivocó. Rechazó con los puños ante la carga de Toledo (todo Central pidió falta), el rebote dio en Mallo y le cayó al "22" de Sarmiento, que empató el partido. 

Inmediatamente llegó el segundo. Sarmiento ganó (como en todo el partido) en el área auriazul tras un corner y Lisandro López salió a gritar su gol, tras un desvío en el camino. 

El tercero fue un golazo. Lucas Melano, que pasó por Newell's sin jugar por estar lesionado seis meses, encontró su lugar en el mundo. El delantero, que ingresó en el complemento, la bajó de pecho y metió un gran zurdazo para aumentar la ventaja. 

En el cuarto, Central ya estaba abatido. Melano los caminó por encima a todos y le sirvió a Lisandro López otro gol. 

Central se desmoronó. Había sacado ventaja inicial, pero hubo momentos claves en los que falló. Por la expulsión tempranera, por los errores propios, por el espíritu conservador de la idea. Así, se consumó otra mala actuación y volvió a ser goleado.