El delantero Ricardo Centurión aparece en el radar de Newell’s como posible refuerzo para la próxima temporada. El entrenador Gabriel Heinze lo tiene en sus planes porque ya lo dirigió en Vélez, justamente el club con el que tiene contrato hasta diciembre de 2024 y es dueño de una parte de su pase.

El ex delantero de Racing y Boca se encuentra en conflicto con el Fortín, donde tiene contrato hasta diciembre de 2024. El último episodio de una serie de acusaciones cruzadas, desencuentros y actos de indisciplina se desató a principios de esta semana, cuando el jugador se presentó a entrenar y, tras sufrir algunas molestias, sostuvo que no fue atendido por los médicos del plantel fortinero. 

Rápidamente, el club le respondió públicamente y dio a conocer sus inasistencias de los últimos días: "En la semana entre el 10 y el 14 de octubre asistió dos veces y estuvo en kinesiología 15 minutos. Además, rechazó hacerse estudios por un dolor en la rodilla y recibir asistencia psicológica". 

La llegada de Heinze a Newell’s como DT puede abrirle las puertas al talentoso atacante, que también jugó en San Lorenzo, San Pablo de Brasil y Genoa de Italia. El Gringo lo pidió como refuerzo durante su etapa como técnico de Vélez y en Liniers tuvo, quizás, sus últimos buenos rendimientos sostenidos dentro de la cancha.

Cuando se confirmó la llegada de Ricky a Vélez, el Gringo expresó en una conferencia de prensa que se haría responsable de la conducta del futbolista y le dio un gran espaldarazo público. 

Todo lo externo ya lo sabemos, yo me voy a hacer responsable, esto es muy simple. Todo lo que pueda llegar a pasar, seré yo, me tendré que ir, me tendré que quedar, lo tomo así”, declaró. 

En aquel momento, desde enero de 2018 a junio de 2020, jugó 26 partidos (19 de titular), convirtió 4 goles y promedió 60 minutos por partido. Fue justamente por su buen pasar que la dirigencia del Fortín decidió comprarle a Racing una parte del pase. 

No es la primera vez que el nombre del futbolista de 29 años suena como incorporación en la Lepra. En el mercado de pases de enero fue sondeado por la dirigencia rojinegra y también por Central, en varias oportunidades, aunque por distintas razones su arribo a la ciudad nunca se concretó. 

Ahora, la unión de Heinze con la Lepra parecen tener la fuerza suficiente para que el club, a pedido del DT, intente cerrar la contratación de Centurión, pese a sus continuos actos de indisciplina que mancharon su carrera e hicieron que se hable poco de su juego y mucho de sus andanzas fuera de la cancha. 

Su salida de San Lorenzo y un pedido de ayuda


En abril de este año, Centurión tuvo su último partido oficial con el club de Boedo y luego se empezó a ausentar de las prácticas. 

“Estaba entrenando con Pedro (Troglio, ex DT del San Lorenzo). Después pasaron algunas cosas que no las voy a contar, que son personales. Elegí no jugar y tomar un poco de distancia en el fútbol. La obligación mía era volver a Vélez y el club me tenía que permitir entrenar, por eso hoy volví”, reveló en una charla con TyC Sports durante julio pasado. 

En tanto, aclaró por qué se alejó y decidió volver a entrenarse. “He decidido tomarme un tiempo, alejarme del fútbol, pero hoy me di cuenta que necesito volver a entrenar y sentirme bien”, aseguró.

“Tengo contrato con Vélez y tengo que entrenar, para que no vayamos a otra dimensión, no quiero hacerle nada a Vélez, nunca fue mi intención ni lo voy a hacer. Que me pongan un profe y pueda entrenarme”, sostuvo cuando volvió a practicar en Vélez. 

En una entrevista que dio en septiembre, sobre el origen del conflicto, Centurión indicó: "En algún momento me cansé de la vida, aguanté muchas cosas, necesitaba aislarme de todo. Me sentía agobiado, tenía ataques de pánico, necesitaba irme de todo, tomar tiempo, por eso decidí esto. Muchos no me entienden qué hago haciendo esto, por qué decidí irme de mi trabajo, pero era que ya no me soportaba ni a mí mismo".

Y agregó: "Yo pensaba que el amor de mi hija me iba a hacer olvidar de un montón de heridas que tenía, pero el amor de un hijo es diferente a otro amor y otras pérdidas. Y no lo pude soportar. Yo sé lo que estoy haciendo, lo que está mal o bien. No sé por qué no lo soluciono, no tengo respuestas para eso. Me duele llegar al fin de semana y no concentrar, soy consciente de eso".

"Tengo la esperanza de volver a jugar al fútbol, y sé que lo voy a hacer", dijo luego el futbolista, que a sus 29 años está a la espera de que se vuelva a abrir el libro de pases para seguir jugando en otro club.