La selección argentina vivió otra jornada de fiesta tras la histórica consagración en Qatar. Esta vez el rival fue Curazao y el escenario el Madre de Ciudades de Santiago del Estero donde más de 42.000 espectadores deliraron con La Scaloneta que goleó ¡7 a 0!

La selección argentina mostró su abismal superioridad desde el inicio ya que en apenas 2’ Lautaro Martínez desperdició una chance inmejorable debajo del arco tras un pase milimétrico de Messi que lo dejó cara a cara con el gol. Diez minutos más tarde Lo Celso encontró a Messi, que remató de derecha entrando al área y el arquero visitante envío al córner un balón que tenía destino de red.

Y no tardó demasiado el elenco albiceleste en abrir el marcador: sobre los 20’ Messi recibió en el área un gran pase de Lo Celso, se sacó un rival de encima y definió de derecha abajo para el 1 a 0. Gol 100 de Messi con la casaca nacional y delirio total en el Madre de Ciudades. Un par de minutos más tarde Nico González pescó un rebote en el área chica y de cabeza aumentó la ventaja.

Y la lluvia de goles no cesó: a los 32’ Messi recibió de Nico González y la clavó de zurda abajo para el 3 a 0. Dos minutos más tarde el 10 se vistió de asistidor y cedió a Enzo que, de afuera, puso el 4 a 0 y el propio 10 anotó el 5º a los 37’ (tras una nueva asistencia de Gio Lo Celso). Festival de fútbol y goles ante un rival que no oponía ningún tipo de resistencia. Y así se fue el primer tiempo.

En el complemento Argentina siguió siendo muy superior aunque bajó un poco el ritmo. Hubo más chances (varias) pero menos efectividad. Recién pasados los 30’, el ingresado Di María transformó en gol un penal por una mano en el área y antes del cierre, el ya eterno Montiel mandó a la red y centro atrás de Dybala. 7 a 0 y poco para agregar.

Como se esperaba, fue un partido sin equivalencias. Que terminó 7 a 0 pero pudo haber sido 10 o 12 a 0. Igualmente poco importó eso. Lo que importaba era ver en acción a La Scaloneta y seguir festejando. Como en Qatar, como en el Monumenta. y como aparentemente seguirá sucediendo en cada presentación de la celeste y blanca durante algún tiempo. Y no es para menos. Argentina es campeón del mundo y la alegría es interminable.