En el gobierno nacional salieron a sostener en las últimas horas que el canje de bonos en dólares por títulos públicos en pesos que estaban en propiedad de organismos estatales, como el fondo de garantías que tiene la Ansés, no es perjducial sino ventajoso para las arcas públicas.

Según los cálculos oficiales, por el 70% de lo que cede Anses al Tesoro, el Fondo de Garantía (FGS) recibe un bono dual que ajusta por inflación o tipo de cambio (por lo cuál no se deprecian) a 13 años, y con una tasa de interés al 8% más alta que la que pagaban los bonos actuales. Ese bono dual al ser de más largo plazo de los que tenía (Bonar y Globales) le quita volatilidad ganando estabilidad y previsibilidad, es la lectura oficial. Y por el otro 30% que canjea, le generará $400.000 millones en efectivo al fondo brindándole así mayor liquidez .

En concreto, éstos son los 7 puntos que defienden desde el Ministerio de Economía

1) La principal característica positiva del Bono Dual es que ajusta por inflación y por devaluación, lo cual garantiza que dicho bono no pierda su valor en el tiempo.

2) El FGS comprará el Bono Dual al 60% de su valor técnico. En otras palabras, el FGS recibirá 100 bonos por cada 60 pesos. Lo cual implica directamente una revalorización de la cartera del FGS en aproximadamente 2 mil millones de dólares. 

3) El FGS compra el Bono Dual a una tasa positiva alta del 8%.

4) El FGS tendrá una mayor previsibilidad, ya que obtendrá los Bonos Dual a largo plazo (13 años). 

5) La compra del Bono Dual da al FGS mayor estabilidad y seguridad, ya que no es un bono volátil, como sí lo son los AL y los GD. 

6) El bono dual es un bono deseado por cualquier banco ya que no se desvaloriza, ni por inflación ni por devaluación.

7) El Bono Dual es un bono de bajo riesgo, ya que tiene muy poca probabilidad de ser defaulteado.

Y desde el gobierno también bajaron línea contra los argumentos de la oposición remarcando que el gobierno de Mauricio Macri se propuso financiar el programa de Reparación Histórica (RH) implicando, entre otras cosas, quebrar el FGS vendiendo sus activos.

Según esa lectura, el FGS estaba obligado por Ley a cubrir las erogaciones de dicho programa, hipotecando su futuro por los altísimos montos. Para el gobierno, el elevado costo mensual se tornaba inviable para el financiamiento del FGS.

A modo de ejemplo, las rentas anuales disponibles del FGS (alrededor de $20.000MM para 2020) no llegaban a cubrir ni tres meses de dicho gasto (incluso sin considerar la movilidad), por lo que se hubiesen tenido que liquidar los activos del Fondo.

Según la lectura oficial, la gran diferencia es que, ahora no se está descapitalizando el Fondo ni se van a utilizar los recursos para financiar gastos, sino que se modifican los instrumentos en cartera, incorporando activos con cobertura tanto frente al tipo de cambio como a la evolución de precios.