Al cumplirse 17 días de la huelga de sindicatos aceiteros que mantienen paralizado los puertos cerealeros, los Centros de Corredores de Cereales de todo el país salieron este martes a advertir que la extensión de la medida fuerza puede provocar serios daños en las cadenas de pago.
“Queremos alertar a las autoridades también, que de mantenerse este conflicto, en el corto plazo aparecerán problemas en la cadena de pagos del sector, ya que al no poder entregar su mercadería, el productor se ve imposibilitado de cumplir con sus compromisos”, advierten los Centros de Rosario, Santa Fe, Buenos Aires, Bahía Blanca y Entre Ríos.
En efecto, si bien las empresas agroexportadoras y los puertos son las que más sufren el paro –que tiene unos 120 barcos esperando por cargar en el Paraná a razón de u$s25.000 por día de costo por demora- tienen también más espalda financiera para aguantar. Incluso, como la cosecha fina (trigo) no fue buena, que es la que se exporta por estas fechas, tampoco enfrentan grandes urgencias de embarques.
Por el contrario, los productores y acopios que necesitan vender soja y maíz almacenado para afrontar los gastos de fin de año y de la próxima cosecha gruesa están sintiendo el impacto. Además, hay muchas entregas de granos (operaciones foward) que no pueden entregarse y por ende cobrarse, como habían previsto los vendedores.
“Nos resulta incomprensible ver cómo en esta época de crisis general, se priva a nuestro país del ingreso de importantes divisas genuinas tan necesarias”, sostienen los Centros. “Instamos a las autoridades y a los sectores involucrados a actuar con la responsabilidad que este delicado momento requiere, y destrabar cuanto antes el conflicto”, agregan.
Hasta ahora, más allá de un comunicado que pasó sin mucha pena ni gloria de la Mesa de Enlace, que reúne a los verdaderos afectados (los productores), las entidades del sistema no se habían pronunciado. Ahora, Rosario3 pudo saber que en su reunión de Consejo de esta tarde, la Bolsa de Comercio de Rosario, que es la principal caja de resonancia del mercado de granos, analizará este tema y hay expectativas de que se pronuncien de manera firme.
En tanto, el Sindicato Aceitero de San Lorenzo decidió esta tarde extender por lo menos un día más la huelga, hasta el miércoles por la tarde. En tanto, la Federación de Trabajadores Aceiteros la mantiene por tiempo indeterminado. Incluso, ayer –luego de varios días sin comunicación entre las partes- se abrió una ventana de negociaciones, pero por la noche se había cerrado. Según supo Rosario3, las diferencias no están tanto en las cifras sino en la vocación de cada parte de resistir lo que denuncia de la otra parte: que los están extorsionando.
Los gremios exigen aumentar un 25% salario básico inicial (que es de $68,000) más una suba del 35% (un 25% ya fue otorgado) y un bono por haber trabajado en pandemia de unos $80.000 más el bono tradicional de $80.000 que cobran anualmente.
Las empresas ratificaron su compromiso de un aumento que equipare a la inflación del Indec, aclaran que -sumando adicionales- el salario básico ya está en $100 mil al mes y resaltan que el “bono pandemia” viene con una suba del 176% que las obligaría a tomar deuda por $1,000 millones para pagarlos. Y además sostienen que este año los números del negocio (con costos crecientes y plantas con alta capacidad ociosa) no pueden convalidar las subas exigidas por los sindicalistas.
